Esta semana quiero enseñaros lo fácil que es almidonar una tela. Esta técnica no es exclusiva para las telas sino con de esta misma forma podéis almidonar más cosas. Hay que tener en cuenta que después de almidonar la tela ya no podremos lavarla o volverá a su estado original.
Lo primero que necesitamos es decidir que telas queremos almidonar. Yo en este caso utilicé unos retales que tenia por cosa. Es necesario planchar la tela antes de almidonarla para borrarle las arrugas.
Para Almidonar las telas utilizaremos agua y cola de pescado o también conocida como gelatina neutra. La proporción que yo he usado ha sido dos laminas de gelatina por medio vaso de agua.
Para la preparación de la gelatina os recomiendo que miréis las indicaciones del fabricante. En mi caso tenia que poner a remojar la gelatina en agua fría, calentar en un cazo el medio vaso de agua (no puede llegar a hervir), añadir la gelatina y remover hasta que esté completamente disuelta. Después colaremos la mezcla a un cuenco para eliminar cualquier grumo.
Tenemos que tener la tela deseada extendida sobre una superficie plana, yo me puse en la mesa de la terraza y os recomiendo que la cubráis primero con un plástico.
Con la ayuda de una brocha vamos empapando la tela. Es necesario que este bien empapada de la mezcla para que tengamos un buen resultado.
Otra forma es introducir la tela en el cuenco pero de esta manera puede que queden algunas arrugas. Cuando tenemos la tela bien impregnada de la mezcla la colgaremos a que seque. Hay que tener mucho cuidado en este proceso porque la tela no debe pegarse una parte con otra.
Se recomienda cambiar de posición las telas durante el proceso de secado para evitar que se noten las marcas del secado.
El resultado que tenemos que obtener es que las telas parezcan un papel.
Espero que os guste y lo pongáis en practica. Otro día os enseñare en que he empleado estas telas
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Un beso, Eugenia.