Hablando con mi padre y escuchando una de sus adorables historias empezó a contarme como se aprovechaba todo en su infancia.
Sus orígenes parten de un pueblo con una trayectoria vinícola importante.
Su familia campesinos modestos de una viña y otros cultivos.
Esta imagen es de aquí.
De la cepa se obtenía una cosecha que el recuerda llegaba a su casa.
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En el lagar se pisaba para obtener el caldo que luego sería el mosto.
El desecho de haber pisado la uva era llevado a una fábrica de alcohol que había en el pueblo y se volvía a obtener un jugo que la fábrica utilizaba para obtener dicho producto.
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Como seguía quedando materia esta se recogía y de vuelta en la casa se utilizaba para dar de comer a los cerdos junto con otros desperdicios.
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Aquí no queda todo, con lo que los cerdos no se comían, al limpiar la porquera y las cuadras se obtenía un abono estupendo para la viña.
La cepa era podada y de aquí se obtenía leña que utilizaban tanto en las chimeneas como en los hornos para hacer pan.
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Y así queda cerrado un ciclo de la vida de una cepa.
Cuando el mosto era vendido a grandes bodegas la economía familiar recibía unos ingresos que ayudaban a subsistir.
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Era una vida dura pero generosa con el medio ambiente.
Desde Adoraideas queremos animaros a contribuir en el cuidado de nuestro entorno, reciclar en la medida de lo posible y aprender técnicas para dar segundas vidas a los objetos que nos rodean.
Un saludo y recordad que lo mejor esta siempre por venir.
Dori.